Logo Préstamo para tu negocio
Tu tiempo es tuyo. O más bien, es para ti hacer tuyos esos momentos que conforman tu tiempo.

¿Cómo lo haces?
Preguntándose qué quiere. Porque lo que haces son tus compromisos. Es lo que ha elegido hacer. Declaraciones personales, públicas o privadas, íntimas, en las que has decidido hacer eso y no otra cosa.

Te comprometes con lo que haces y, también, con no hacer lo que no haces. Éstas son opciones. Cuando te enojas por tu escasez de tiempo, estás escuchando una queja interna. Estás descentrado, desequilibrado. Tu cabeza ha decidido por tu corazón o viceversa.

Los dos días más importantes de tu vida son el día de tu nacimiento y el día en que descubriste para qué. Ese día inicias un camino de compromisos frecuentes, que apoyan lo que te ha sido revelado. Empiezas a darle formas más acabadas al modelo. Este trabajo le llevará todo el tiempo que pueda respirar. Gracias a tu esencia, la evolución es continua hacia lo que quieres ser. Y cada ajuste es un compromiso.

Cuando quieres que algo sea, lo imaginas, vives ese momento ahora y crees en él, estás dando a luz un compromiso. Cuando este proceso termina en el resultado que viste antes, has creado otra realidad, has puesto un nuevo ladrillo en tu construcción, que está más completo que antes.

Lo que haces con tus momentos, con tu tiempo, adelanta o retrasa tu construcción. Todo lo que haces incluye el resto, porque eres parte del resto de los demás. Estás girando en una rueda mágica. Tu tiempo y el mío son el mismo momento. Solo que cada uno es el actor principal en su propio cuerpo.

Tal vez te pueda interesar

Mostrar
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en Linkedin
Compartir en Pintrest
Compartir en Reddit
Compartir en Stumbleupon
Esconder