
Préstamos para pequeñas empresas
Las necesidades financieras de las pequeñas empresas son diversas y específicas de cada contexto.
En consecuencia, es arriesgado generalizar los resultados de los pocos estudios de mercado con los que contamos.
No obstante, parecen estar surgiendo ciertos patrones en lo que respecta a las necesidades de este tipo de compañías.
En las primeras etapas de su ciclo de vida
las pequeñas empresas de países en desarrollo suelen depender de fuentes informales de financiamiento y necesitan servicios básicos.
Como la gestión del flujo de caja a través de préstamos a corto plazo y cuentas de ahorro básicas.
Son muchos los proveedores de servicios financieros que atienden a empresas pequeñas de países en desarrollo; entre ellos figuran bancos comerciales, cooperativas, IMF y otros.
Estos proveedores tienen distintas capacidades y motivaciones, y seleccionan diferentes subsegmentos específicos dentro del ámbito de las pequeñas empresas.
Los proveedores más grandes de servicios financieros
como los bancos comerciales, suelen centrarse en compañías más grandes y formales. Por otro lado, las IMF se concentran normalmente en empresas más pequeñas y a menudo informales.
De las 300 IMF encuestadas, el 78% señaló que las pequeñas empresas ya formaban parte de su estrategia, y casi el 70% esperaba aumentar su cartera en este ámbito.
La mayoría de las IMF se dirigen a este segmento porque ofrece oportunidades adicionales de crecimiento del negocio.
Para pasar del mercado de las microempresas al de las pequeñas empresas se requieren diferentes capacidades del personal, sistemas de gestión y herramientas de evaluación del riesgo.
Los estudios recientes sobre bancos cuyas carteras de clientes incluyen pequeñas empresas.
Muestran que los que obtienen mayor rendimiento de los activos aplican controles adicionales para “validar” a las pequeñas empresas con registros financieros poco sólidos.
Para apoyar adecuadamente a las pequeñas empresas, las IMF deberán comprender mejor sus necesidades específicas y atenderlas adaptando sus servicios financieros y desarrollando una infraestructura adecuada.
Brindar servicios con eficacia a pequeñas empresas supone un proceso, no es un acontecimiento puntual; por lo tanto, es esencial una planificación cuidadosa.
Esto requiere un compromiso de los niveles más altos de gerencia para crear una estrategia centrada en el cliente, contratar a personal especializado y competente, e invertir en tecnologías adecuadas.
Contar con personal especializado o un departamento específico
Parecería esencial para prestar eficazmente servicios a las pequeñas empresas.
Se trata de una característica común a los bancos comerciales que lideran el mercado de las pequeñas empresas.
Una encuesta reciente del Banco Mundial mostró que el 91% de los bancos entrevistados en países en desarrollo tenía una estructura o un departamento específico.
Ocupaba de las pequeñas empresas clientes, y había descentralizado la venta de productos a las sucursales.
MI PYMES
Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) le dan vida a las economías de América Latina y el Caribe (ALC).
Representan 99,5% de todas las empresas de la región y 60% de la población ocupada y son responsables por el 25% del producto interno bruto (PIB) regional, según datos de la OECD.
Todos conocemos a alguien que es propietario de una de estas empresas, que forman parte de nuestra cotidianeidad como latinoamericanos.
Muchas veces nuestra relación con estas microempresas se basa en la confianza y la cercanía física, lo que las hace la solución más asequible para satisfacer nuestras necesidades de consumo.
La situación no deja de ser llamativa cuando miramos las cifras de los bancos locales en la región y encontramos que, en el agregado, los sistemas financieros cuentan con mucha liquidez y solvencia, pero son poco profundos.
Características
Las mipymes tienen varias características que impiden su acceso al financiamiento en la región.
- Entre las principales barreras identificadas se encuentran la informalidad, la falta de un inmueble físico o una garantía de compromiso, la falta de una empresa solidaria o garante, la baja formalización de la empresa y las bajas calificaciones crediticias.
Asimismo, estas barreras se ven exacerbadas por la inexistencia o inadecuación de leyes sobre garantías móviles, la falta de un registro de garantías y la falta de fondos de garantía.
- Muchas de estas barreras pueden ser superadas con medidas de política pública por parte de los gobiernos de la región.
Por ejemplo, la falta de garantías se puede solventar con la creación de fondos de garantías que les permitan a las empresas tener colateral suficiente y respaldado para solicitar un crédito.
- Lo anterior obviamente conlleva algún nivel de costo fiscal, que se compensa con el incremento en el desarrollo productivo del país.
Para las mipymes, especialmente las de sectores no esenciales, que antes de la pandemia tenían unos estados financieros saludables, y cuyos negocios podrían sobrevivir una vez termine la misma.
- Se deben crear mecanismos financieros que les permitan sobrevivir el período con ingresos reducidos.
Por ejemplo, se podrían crear mecanismos de créditos “puente” con tasas subsidiadas y a plazos largos.
Así como instrumentos más creativos como la utilización de garantías mobiliarias o líneas que utilicen la recompra de activos de las mipymes como garantía para poder obtener crédito.