Deuda Buena vs Deuda Mala
Endeudarse no siempre es malo, pero el no saber elegir tus deudas te puede llevar por caminos que pongan en peligro tu estabilidad financiera, personal y emocional.
A la mayoría de las personas no les gusta endeudarse, pero hay ocasiones en que adquirir un compromiso financiero a largo plazo resulta realmente beneficioso.
Así como hay deudas que pueden empobrecernos, también hay otras que nos hacen ganar dinero. De aquí nace la diferencia entre una deuda buena y una deuda mala y, nuestro propósito hoy es, explicarte con más profundidad de qué se tratan.
¿Qué hace buena o mala una deuda?
Por lo general, vemos cualquier deuda como una carga negativa, existe un factor que puede definirlas como buenas o malas para tus finanzas: el tiempo.
La diferencia entre una deuda buena o una deuda mala es el resultado que obtendrás de ella a largo plazo.
En algunas ocasiones es algo difícil diferenciar el tipo de deuda que estamos adquiriendo, incluso, una deuda que inicialmente era buena puede convertirse en una deuda mala por circunstancias que se escapan de nuestras manos.
¿Qué es una deuda buena?
La forma más sencilla de definir una deuda buena es: “aquella que se contrae con el fin de adquirir bienes o servicios o realizar algún tipo de inversión que nos dé rentabilidad en el futuro”
Con referencia a lo anterior, una deuda puede ser considerada buena si, al finalizarla, mantenemos algún bien o una entrada de beneficios debido a ella.
Las deudas buenas se utilizan para comprar activos que nos darán rentabilidad a largo plazo.
Un ejemplo de una deuda buena es, adquirir una deuda para invertir en maquinaria: al finalizar la deuda, el activo no solo se habrá apreciado, sino que continuará dándonos rentabilidad por mucho tiempo.
Por último, una deuda buena no solo es capaz de devolver beneficios tangibles como el dinero, tal es el caso de los llamados préstamos estudiantiles. Al finalizar la deuda no estarás percibiendo una rentabilidad directa, pero te habrás enriquecido con conocimientos que pueden brindarte una mayor probabilidad de generar ingresos superiores.
¿Qué es una deuda mala?
Al contrario de las deudas buenas, una deuda mala es aquella que se adquiere con el fin de satisfacer una necesidad inmediata, de la que no sacarás ningún provecho en el futuro.
Una deuda mala es aquella que adquirimos para comprar pasivos, es decir, cosas que no nos ofrecen ninguna rentabilidad económica y que nos hacen más pobres con el paso de los años.
Por lo general, las deudas malas están relacionadas al estilo de vida de una persona, sobre todo cuando utiliza el dinero o el crédito para comprar bienes o servicios que pierden valor en el tiempo o de plano lo pierden por completo. Un ejemplo claro es sacar un auto nuevo de la agencia mediante financiamiento, pues el coche pierde valor desde que sale a la calle y lo seguirá perdiendo día a día.
¿Qué debes tener en cuenta antes de adquirir una deuda?
Como ya hemos dicho antes, una deuda no siempre tiene que ser una carga negativa para tus finanzas personales. En ocasiones, tenemos la necesidad de adquirir algún bien o servicio, pero no tenemos cómo cancelarlo al contado, entonces, adquirimos una deuda.
Antes de adquirir una deuda, es recomendable que te tomes un tiempo para responder tres preguntas sencillas, pero que te ayudarán a tomar o no la decisión de endeudarte:
- ¿Necesito realmente adquirir el bien o servicio?
- ¿Puedo aplazar la compra para otro momento para disminuir su impacto en mis finanzas?
- ¿Tengo la capacidad necesaria para cancelar la deuda sin ningún problema?
Si respondes honestamente estas interrogantes, tendrás la capacidad de discernir si te conviene o no adquirir la deuda, independientemente de que esta sea buena o mala.
Contáctanos, te asesoramos de la mejor manera en tu proceso de préstamo para ese negocio o empresa que tienes en mente.